La compra desmesurada de diferentes ciudadanos generó que algunos locales de supermercados no cuenten con botellas ni bidones de agua.
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Botellas y bidones desaparecieron de los anaqueles en Wong, Plaza Vea, Metro, Tottus, Vivanda y otras cadenas de la capital el miércoles.
Ante esta situación, desde el jueves se establecieron límites para la compra de agua por cada familia o persona. Actualmente se encuentran prácticamente desabastecidos.
Debido a los constantes cortes del servicio de agua potable de Sedapal y la falta de agua en otros, las personas buscan desesperadamente abastecerse de este recurso vital.
Aprovechándose de eso, personas inescrupulosas se están tratando de aprovechar de la situación para hacer su negocio.
Esto está sucediendo en Surco, a la altura de la calle Los Álamos con la av. Primavera, donde se pudo observar a algunas camionetas cargadas de agua embotellada, mientras sus dueños comercializaban el producto en la vía pública.
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Así, estas personas las venden cerca a los supermercados, especulando con estos productos, lo cual es un delito.
Cabe recordar que la norma peruana indica que el acaparamiento es un delito económico. Establece que quienes acaparan bienes de consumo o producción con el fin de alterar los precios, provocar escasez u obtener lucro indebido en perjuicio de la colectividad, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cuatro años y con noventa a ciento ochenta días de multa.
Es más, si se trata de bienes de primera necesidad, la pena será privativa de libertad no menor de tres ni mayor de cinco años y de ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días de multa.
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